martes, julio 04, 2006

La relatividad

No hay conceptos absolutos...todo es relativo.

Durante nuestra estadía en Lisboa, en la noche fuimos al mall Columbo, el más grande de Europa. Allí, María Teresa recordó que no tenía traje de baño, y que era imprescindible comprarse uno. En realidad no había lugar a discusión, pues mal que mal, veníamos a pasar dos meses de verano en las costas mediterráneas, y negar un traje de baño a estas alturas del partido hubiera resultado de mal gusto. El problema más grave es que estábamos en un mall europeo, donde la variedad de trajes de baños es pobrísima.

A María Teresa la fascinó un traje de baño blanco, con unos bordes de inscrustaciones de piedras, realmente precioso. El problema es que corría el riesgo de ser excomulgada, pues tenía de todo, menos género. La pelotera fue grande. Me resultaba impensable que se paseara con este trajecito por la playa. Pensé en postergar la compra para más adelante, pero era más oportuno comprarlo en Portugal, pues en París quizás con qué me iba a encontrar. Desafiando todos los preceptos de nuestra Madre Iglesia, aún allí, en las cercanías de la Virgen de Fátima, se compró el traje de baño, que luce en la foto.

Llegando a Benalmádena fuimos a la playa, y para gran sorpresa, las mujeres estaban todas en topless. Unas niñas preciosas, mostrando sus atributos a vista y paciencia de los fundadores del Opus Dei. María Teresa, a esas alturas del partido, parecía que había ido con un poncho de Doñihue a la playa, pues era el único traje de baño decente de toda la playa. Así, silbando "Yo vengo de San Rosendo", me senté con mi Carmela en la Playa a mirar lo mucho que ha cambiado el mundo en estos tiempos

1 Comentarios:

At 10:42 a. m., Blogger Patiperros dice...

La compra del famoso Bikini, nos costo alguna discusión, pero lo que vió Alvaro en la playa fue espantoso, de no ser porque estaba Jose Luis, me quedo en topless y ya...me sentí ridicula tan tapada

 

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